lunes, 30 de abril de 2012

UNA VEZ MALTRATO...AHORA EN SALTA...

Todos los viernes es común encontrarse a un grupo numeroso de alumnos de diferentes colegios secundarios concentrados en varias plazas de la ciudad de Salta. Cientos de muchachos y muchachas de edad escolar se dedican a conversar entre ellos mientras comparten al aire libre un mate, una gaseosa o un cigarrillo. Los más grandes, los que llevan remeras o buzos de colores en donde se leen sus nombres o apodos y en donde se ve el número del año de la promoción a la que pertenecen, tienden a ser los más entusiasmados en esas reuniones. Para ellos la consigna parece ser que es obligatorio hacer el mayor ruido posible para hacer notar su presencia. Así, es común que a los celulares que hacen sonar música a niveles estridentes, se le sumen bombos, silbatos y petardos de todo tipo.
Normalmente los intercambios entre el archipiélago de grupos de estudiantes es amistoso, pero no falta ocasión en que se genera algún tipo de enfrentamiento, a veces sólo verbal, aunque otras veces también físico.
La sociedad salteña tiende a tolerar estos encuentros, porque aunque tengan ciertos detalles corregibles, en esencia no causan daño. Sin embargo hay veces en que los estudiantes tienden a excederse en sus actitudes relajadas y no vacilan en cometer actos estúpidos. Allí es cuando aflora el vandalismo, y a veces dicho vandalismo toma como objeto de agresión a seres vivos.
El viernes pasado, en plaza 9 de Julio, un perro callejero fue víctima del brutal sadismo de unas jóvenes que luego fueron identificadas como alumnas del Centro Polivalente de Artes. Aparentemente –y sólo por diversión– estas chicas se las arreglaron para ponerle un petardo en la boca a Dardo, un perro sin hogar al que le terminaron destruyendo la mandíbula. El animal quedó gravemente herido y la gente que deambulaba por la plaza quedó conmocionada ante el hecho
"Dardo" (nombre elegido por las protectoras)

No hay comentarios:

Publicar un comentario